Limpieza Diaria:

  1. Lava los platos inmediatamente después de usarlos: No dejes que se acumulen los platos sucios en el fregadero. Lavarlos de inmediato evita la acumulación de suciedad y facilita la limpieza.
  2. Limpiar las superficies después de cada uso: Utiliza un paño húmedo o toallitas desinfectantes para limpiar las superficies de la cocina, como la encimera, la mesa y la estufa, después de cada uso.
  3. Barre o aspira el suelo: Barre o aspira el suelo de la cocina al menos una vez al día para eliminar migas y suciedad. Esto ayuda a prevenir la acumulación de suciedad que puede ser más difícil de limpiar más tarde.

Limpieza Semanal o Regular:

  1. Limpia el interior del refrigerador: Una vez a la semana, saca todos los alimentos del refrigerador y limpia las superficies interiores con agua jabonosa. Desecha los alimentos caducados o en mal estado.
  2. Limpia el horno y el microondas: Limpia el interior del horno y del microondas regularmente para eliminar la grasa y los residuos de alimentos. Utiliza productos de limpieza específicos para estos electrodomésticos si es necesario.
  3. Limpia los electrodomésticos: Limpia el exterior de los electrodomésticos de cocina, como la estufa, el horno, el microondas y el lavavajillas, con un paño húmedo y un limpiador suave.

Consejos Adicionales:

  1. Utiliza trampas de grasa: Coloca trampas de grasa en los desagües del fregadero para evitar la acumulación de residuos de comida y grasa en las tuberías.
  2. Desinfecta las esponjas y trapos: Lava regularmente las esponjas y los trapos de cocina con agua caliente y detergente, y desinféctalos sumergiéndolos en una solución de agua y lejía diluida.
  3. Mantén organizados los armarios y cajones: Organiza los armarios y cajones de la cocina para facilitar la limpieza y evitar la acumulación de desorden.
  4. Ventila la cocina: Abre las ventanas o utiliza un extractor de humos para ventilar la cocina mientras cocinas y después de limpiar para eliminar los olores y la humedad.
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