Organización
Antes de comenzar cualquier tarea de limpieza, asegúrate de organizar todos los productos y materiales que vayas a utilizar. Esto te permitirá ahorrar tiempo y evitar pérdidas o distracciones. Ten a mano todos los productos de limpieza que prevees que necesitarás, así como los utensilios y equipos adecuados.

Elimina el polvo
El polvo es uno de los enemigos más comunes en cualquier hogar. Para eliminarlo eficientemente, utiliza un plumero de microfibra o bayetas de microfibra que atrapen las partículas de polvo en lugar de esparcirlas. Comienza desde arriba (techos, estantes, lámparas) y continúa hacia abajo (muebles, mesas, pisos).

Productos de limpieza adecuados
Utiliza productos de limpieza profesionales de calidad para obtener mejores resultados. Lee las etiquetas y asegúrate de utilizar los productos de acuerdo con las instrucciones para evitar dañar las superficies. Además, si deseas evitar químicos agresivos, puedes optar por productos de limpieza ecológicos y biodegradables.

Limpieza de alfombras
Para mantener tus alfombras limpias y libres de manchas, utiliza bicarbonato de sodio. Espolvorea generosamente sobre la alfombra y déjalo reposar durante unos minutos antes de aspirarlo. El bicarbonato de sodio ayudará a eliminar los olores y refrescará la alfombra.

Ventanas relucientes
Para lograr unas ventanas impecables, mezcla partes iguales de vinagre y agua tibia en una botella con spray. Rocía la solución sobre el cristal y utiliza una microfibra para limpiar. Evita hacerlo en días soleados para evitar que la solución se seque rápidamente y deje marcas

Limpieza de acero inoxidable
Para mantener tus electrodomésticos de acero inoxidable relucientes, utiliza un limpiador de acero inoxidable. Si no tienes un limpiador específico para acero inoxidable, puedes utilizar aceite de oliva. Aplica unas gotas de aceite en una bayeta suave y frota la superficie en dirección a la veta. El aceite ayudará a eliminar las manchas y a crear una capa protectora.

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